La intervención inicia una serie de medidas para frenar su deterioro
Los andamios cubren desde ayer una parte de la fachada del Obradoiro de la catedral de Santiago, como parte del plan de conservación y restauración del pórtico de la Gloria presentado en su fase definitiva por la Fundación Barrié a finales del mes de diciembre pasado.
Aunque los andamios se situaron en la mañana de ayer sobre la fachada exterior para actuar en la cristalera del arco, en realidad, el objetivo es actuar para proteger las policromías del pórtico, de manera que se frene su deterioro a causa de la acción de los rayos ultravioleta.
Tal como se había expuesto en el plan de actuación de la Fundación Barrié, la policromía de algunas zonas del pórtico estaba en estado de conservación preocupante. En primer lugar, afectada por las humedades que descienden por las fachadas; en segundo lugar, por la luz del sol; y, en tercer lugar, por factores ambientales y uso.
El plan de protección de la fundación, dirigido por Concha Cirujano, presta especial atención a la preservación como el mejor método de la conservación. En este caso, y como se había anunciado en el plan, la intervención puesta en marcha ayer consiste en filtrar la luz del sol a través de unas películas que impidan la acción directa de los rayos ultravioleta sobre la pintura del pórtico.
El primer paso tras la colocación del andamio será la limpieza de la cristalera que desde la fachada exterior guía la luz natural hacia el pórtico. Sobre los cristales de esta pieza se colocarán los filtros que bloquearán el paso directo de los rayos ultravioleta, especialmente dañinos para la policromía con el sol de poniente y en verano.
Según Ana Laborde, una de las responsables del plan de protección, esta intervención estaba prevista como una de las primeras medidas para evitar que el sol siga deteriorando la pintura.
Los filtros permitirán, además, una mejor visión de la policromía que todavía resta sobre las figuras que protagonizan el pórtico.
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