ANA CALVO. SANTIAGO
La situación económica y los recortes presupuestarios en las administraciones y las instituciones que están detrás del desarrollo del programa de puesta a punto de la Catedral compostelana que supone el Plan Director obligará a levantar el pie del acelerador en el desarrollo de estos trabajos. Los que estaban subrayados en rojo en el documento por su urgencia –por riesgo incluso de desprendimientos de elementos de las fachadas– ya están prácticamente terminados, pero queda una larga lista de actuaciones importantes en las que los propios responsables del Arzobispado asumen que habrá que tener paciencia. Entre las actuaciones de emergencia están ya terminadas la fachada de Azabachería, que se sometió a una restauración integral, y las cubiertas en la zona del Pórtico de la Gloria, cuyas filtraciones eran en parte responsables de las graves patologías detectadas en el conjunto arquitectónico y escultórico.
Según explica el presidente de la Comisión de Cultura y Arte de la Archidiócesis, Daniel Lorenzo, "probablemente iremos más despacio" y será necesario priorizar las actuaciones. De hecho, otra de las urgentes, el arreglo de la Torre Sur, "ha agotado el presupuesto" sin poder terminar del todo los trabajos. Se han acometido aquellas actuaciones que se consideraban imprescindibles, ya que en este caso también había riesgo de desprendimientos. A medida que se iban realizando los trabajos, se detectaron otras actuaciones urgentes que fue necesario acometer, priorizando actuaciones.
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